Herramientas para la enseñanza online
La pandemia del 2020 me llevó a repensar el modo en que me desempeño laboralmente, cómo organizo mi rutina y cómo aprovecho el tiempo libre. Por estas razones, comencé a ahondar en el uso de nuevas herramientas que me permitieran desplegar mi vocación de forma cercana y eficiente. Como siempre, lo tomé como una aventura, como un desafío y una excusa para explorar opciones innovadoras e ingeniosas.Nuevas experiencias
En primer lugar, consideré adecuado trabajar via WhatsApp, Skype y Zoom. Tres plataformas sumamente útiles para quien desea seguir aprendiendo a la distancia, ya sea para resguardar su salud o por simple cuestión de disfrutar de la comodidad del hogar pero sin por ello dejar de ejercitar el cerebro. Si bien es cierto que la presencialidad aporta un plus a cada clase compartida, la virtualidad me reveló otras maneras de comunicación.
Skype
Skype ya contaba con algunos usuarios que lo usaban por cuestiones laborales, así que para algunas personas fue muy sencillo amoldarse a esta plataforma.Zoom
Zoom resultó ser una opción totalmente nueva para muchos, sin embargo, logró una gran aceptación. Su interfaz está diseñada no sólo para «encontrarnos» con varias personas a la vez, sino que nos permite compartir la propia pantalla para que sea vista por el resto de los participantes. Esto facilitó el intercambio de material didáctico con mis alumnos en tiempo real.Nuevas geografías
Acostumbrado a dictar clases de manera presencial y en una misma ciudad, me encontré con un panorama distinto cuando comprendí que era posible llegar a otros puntos del mundo. Esto resultó una oportunidad interesante no sólo para expandir Espacio Románica a otros países, sino para conocer más acerca de algo que me apasiona: las diferentes culturas. Es curioso cómo fui conociendo alumnos de lugares tan lejanos, pero con el mismo entusiasmo que yo cuando se trata de aprender y comunicarnos.
El sistema online me invitó a ser más comprensivo con otras personas que aún no tienen un dominio total de las herramientas digitales, incluso me llevó a ser más paciente conmigo mismo. Así, pude acompañar a varias personas en su proceso de adaptación a nuevas tecnologías. Esta situación me pareció interesante ya que, de pronto, nos hallamos no sólo estudiando un idioma, sino aprendiendo a abordar nuevos desafíos digitales
Esto también nos condujo a adoptar nuevos hábitos, a ahondar en los cuidados de las computadoras, a conocer un poco más sobre software y a preparar el ambiente de trabajo de manera que nos resulte confortable y ordenado.
Nuevos servicios
Al pasar en casa varias horas más de lo habitual, decidí aprovechar el tiempo de la forma más productiva y creativa posible. Es por ello que me centré en el estudio de nuevos conocimientos para luego ofrecerlos como servicios. Por ejemplo, el servicio de Corrección de textos y estilo.